Una de las formas de energía más utilizada en la civilización actual es la electricidad. Es imposible concebir nuestras actividades diarias sin el uso de la electricidad. Pero, ¿de dónde proviene la electricidad que aprovechamos todos los días? La electricidad que se suministra a las ciudades en todo el mundo se genera en enormes instalaciones tecnológicas denominadas “centrales eléctricas”.
Las centrales eléctricas son principalmente de tres tipos: hidroeléctricas, termoeléctricas y nucleoeléctricas. Tienen en común que todas funcionan por medio de generadores eléctricos. Recordemos que un generador es un dispositivo que produce electricidad a partir de movimiento aprovechando el fenómeno de la inducción electromagnética (esto lo expliqué en el tema “Generación de electricidad”). Lo que hace la diferencia entre los tipos de centrales eléctricas es la forma en que mueven el generador.
En el caso de una planta hidroeléctrica el generador se mueve por medio de una caída de agua que hace girar una turbina conectada al generador. Las grandes masas de agua que se utilizan para este propósito se almacenan por medio de presas.
En el caso de la planta termoeléctrica el generador se mueve por medio de vapor de agua a alta presión que hace girar una turbina conectada al generador. En este caso el vapor de agua se produce con el calor generado por la quema de combustibles derivados del petróleo.
En el caso de la planta nucleoeléctrica curiosamente el generador también se mueve por medio de vapor de agua a alta presión que hace girar una turbina conectada al generador. Pero en este caso el vapor de agua se produce con el calor generado por una reacción nuclear de fisión (expliqué la fisión nuclear en el tema “Separación de los elementos”).
Por lo tanto, lo esencial para producir electricidad es contar con fuentes de movimiento para el generador. Como ya mencioné, en la actualidad las principales fuentes de movimiento son las caídas de agua proveniente de presas y el vapor de agua a alta presión. Sin embargo, cualquier otra fuente de movimiento podría aprovecharse para mover al generador. Otra opción que ya se está desarrollando actualmente es la fuerza del viento (energía eólica). El viento también puede utilizarse para mover una turbina conectada al generador; esta es una de las diversas alternativas que pueden imaginarse y ponerse en práctica en el futuro.
Finalmente un comentario ecológico. Frecuentemente se afirma que la electricidad es una forma de energía no contaminante; sin embargo esto no es exacto. La producción de electricidad, en el caso de las centrales termoeléctrica y nucleoeléctrica, sí genera contaminación; la primera por los gases producidos por la quema de combustibles y la segunda por los desechos radiactivos resultado de la fisión nuclear.